Conclusión...

Nuestro viaje finalizo y podemos destacar que todo lo vivido y experimentado día a día junto a profesores, guias y demás alumnos fue exitoso.
Desde la partida hasta la llegada no existieron quejas algunas, estuvimos muy conformes con todo lo que nos ofrecieron, estuvieron muy atentos a nosotros, intentando satisfacer todas nuestras necesidades.
Muchas cosas fueron las que aprendimos, no solo aprendizaje educativo sino también aprendimos a compartir entre nosotras y a disfrutar lo que mas que se pudo.
Por lo menos nosotras estuvimos muy conformes, ya que disfrutamos con nuestro grupo de amigas, con las que siempre estamos y este viaje nos sirvió para aprender a convivir en orden y respetando las reglas que imponía cada una en la habitación, a la hora del almuerzo, o en la salida al centro, en la que debíamos mantenernos unidas ya que no conocíamos muy bien el lugar.
Nosotras les damos gracias a todos los que nos acompañaron,a todos los que hicieron posible de este viaje , a nuestros padre y a todos los que organisaron, a la empresa que nos llevo Urquiza.
Gracias!

Vueltaaa :(

Parque Nacional El Palmar

Quinto dia: 12/09/08

Nos levantamos tipo 9.00 de la mañana y fuimos directo a desayunas. Luego, cargamos nuestro equipaje en el colectivo y emprendimos nuestro viaje de regreso.

Primero hicimos unas paradas en el "Parque Nacional El Palmar", donde nos explicaron e hicimos un recorrido de este.

Luego, volvimos al colectivo y continuo nuestro viaje hasta un parador donde nos detuvimos a almorzar, donde nos encontramos con otro grupo de chicos que al parecer también estaba realizando su viaje de estudio. Almorzamos una ricas empanadas y una milanesa con papa fritas.
Un tiempo después, al finalizar el almuerzo, compramos proviciones y subimos al colectivo nuevamente.

Horas y horas de viajes, hasta llegar a las 8.00 de la noche a Ceres donde compramos unas galletas y sanguches para seguir el camino.

Muchos chicos descompuestos pero por fin! LLEGAMOS A SANTIAGO! Muy alegres, pero también muy deprimidos por que nuestro viaje había acabado. Nos despedimos todos y nos fuimos a las casas!

Parque Nacional El Palmar

Fundamentos de su creación

Fue creado con el objetivo básico de resguardar uno de los últimos palmares de Yatay, representativos de los que, hasta fines del siglo pasado, prosperaban sobre todo en el oriente de Entre Ríos. Su amparo se extiende además a otros ambientes de significativo patrimonio natural, como la selva en galería y el monte xerófilo.

Alojamiento
Dentro del predio del Parque Nacional El Palmar existe un camping acondicionado con todos los servicios para el turista. Sus parcelas son naturales, con sectores de amplios claros y otros con abundante vegetación, lo que lo convierte en un lugar ideal para CAMPAMENTOS EDUCATIVOS, por las actividades que pueden realizarse en ese espacio.

Ubicación

El Parque Nacional El Palmar fue creado en 1966 con la Ley Nacional Nº 16802. Posee una superficie de 8.500 hectáreas, y está ubicado en el centro oeste de la provincia de Entre Ríos, entre las ciudades de Colón y Concordia.

Distancia entre ciudades cercanas

San José: 35 Km / Colón: 46 km / Concordia: 54 km / Villa Elisa: 50 km

Bioma
El Espinal

Descripción general

Por su cercanía con los principales centros urbanos del país, este Parque es sin duda, uno de los más visitados y conocidos de nuestra geografía.
Lo llamativo de su paisaje poblado de palmeras, los bosques en galería que pueblan las márgenes de los ríos, la belleza del Río Uruguay y la abundancia de la fauna silvestre, constituyen sus principales atractivos. Se destaca además por ofrecer comodidades y servicios al visitante, entre ellos: buenos caminos, camping, proveeduría, centro de informes, folletería y hasta una playa sobre el río Uruguay, ideal para el verano.

El Parque protege también distintos ambientes característicos del Espinal, como el pastizal, íntimamente ligado con los palmares en conformación de un ecosistema único (palmar-pastizal) que brinda alimento y refugio a innumerables especies de animales: extraordinaria cantidad de insectos, reptiles como la Yarará, varias especies de culebras, pequeños roedores y aves típicas de estos ambientes como el Carpintero Blanco y el Real. También es posible encontrar a algún escurridizo Gato Montés al acecho de su presa. Siguiendo las ondulaciones del terreno, los bosques de yatay se van raleando hacia las zonas bajas para dejar paso a dilatadas sabanas, salpicadas por Espinillos, Talas y Ñandubayes de tortuosa figura, por donde transitan Ñandúes, Hurones, Zorrinos. Los pastizales que ocupan las suaves pendientes se confunden con los pajonales de los terrenos más bajos e inundables, formando ambientes acuáticos de increíble riqueza faunística, donde habitan batracios y bellas aves como el Chiflón, el Pecho Amarillo y el Ipacaá.

Si observamos con detenimiento, encontraremos Tortugas Pintadas tomando sol sobre un tronco en medio de una laguna. En las cercanías del camping, hallaremos el Monte Xerófilo, una formación densa y baja en la que crecen Molles, Espinillos y Ñandubayes, junto a numerosos arbustos adornados por enredaderas como la Pasionaria o Mburucuyá, y donde es común observar a los Zorros de Monte. Las costas bajas del Río Uruguay están tapizadas por una profusa vegetación, aunque en algunos sectores existen pronunciadas barrancas de hasta 15 metros de altura. A esta formación húmeda, que es una prolongación empobrecida de la selva misionera, se la denomina Selva en Galería, y permite admirar una gran diversidad de especies vegetales. Abundan las enredaderas, lianas y epífitas (Clavel del Aire y Barba de Viejo), las cuales se encuentran asociadas a distintas especies arbóreas como el Arrayán del Norte y el Laurel. El Arañero de Cara Negra y el Pitiayumí son las aves más características que encuentran refugio en esta formación boscosa. Un ambiente similar bordea los distintos arroyos que surcan el parque, siendo los más importantes el Palmar y Los Loros. Estos cursos de agua son los ambientes predilectos del roedor más grande del mundo: el Carpincho, y de otros mamíferos como el Lobito de Río, el Coipo (mal llamado Nutria), y de aves acuáticas, entre ellas el Biguá y los Martín Pescadores.